Thursday, March 30, 2006

EXTRAÑO

Camino por la Alameda y me doy cuenta que nunca en la vida me he detenido a jugar ajedrez con un completo extraño.
Y si... sé que suena raro, y que seguramente todos lo han hecho ya, pero yo no. Sí he tomado una cerveza con alguien que no conozco, tenido una platica por cuadras y cuadras, incluso trabajado por mucho tiempo con alguien que nunca he visto y sólo conozco por messenger.

Y es entonces cuando pienso que este mundo si que es raro, porque podemos tomar un taxi conducido por un perfecto extraño, votar por otro perfecto extraño, comer lo que cocina otro perfecto extraño, pero nunca nunca elegir al extraño perfecto para detenernos y entonces jugar ajedrez.

Pero por lo pronto se, que jugaré con alquien que no conozca la próxima vez que camine por la Alameda. Wow, que super riesgo, tal vez hasta me divierta.

O tal vez me secuestre y mate. Yeah right.

Tuesday, March 28, 2006

VERDE BOTELLA

A veces en un mundo lleno de acojinadas sillas verde botella con respaldo ortopédico y cientos y cientos de metros de alfombra gris, plantas aritificiales en grandes macetones metálicos y más monitores que cabezas, ciertas personas se encuentran.

Se encuentran y a veces se saludan, luego esos saludos se vuelven constantes y son como las esporas de las que luego serán pequeñas plantas. Conversaciones de elevador que terminan siendo platicas de mesa de bar, y luego discusiones de política, de arte y hasta de cuanto odiamos todos a los reality shows made in Mexico.

A veces las personas se encuentran y deciden salir de ese mundo de acojinadas sillas verde botella con respaldo ortopédico y cientos y cientos de metros de alfombra gris, para llegar a otro lugar con cientos y cientos de acojinados sillones azul marino y un monitor más grande que todas las cabezas que caben en ese lugar. Y para hacerlo tienen que dejar de leer sus revistas, fumar sus cigarros y desconectarse de su ipod.

A veces resulta una mala película, a veces una muy buena, pero al final de cuentas las discusiones que afloran ahora, arbustos rebosantes hijos de aquellas semillas que se esparcieron desde un elevador son naturales, no artificiales... y además tienen de raro, que se hacen con gusto. Aunque nos la pasemos dicutiendo.

Y debe ser muy raro, pero creo son relaciones humanas.

Como un reality.
Un reality para Cartoon Network???

Friday, March 10, 2006

SPAM

Viridiana es un buen nombre, no como Obdulia.

Las relaciones son como los mails.

Creo que vamos por la vida con un spamguard activado que se encarga de decir no a la gente que en un futuro pudiera hacernos daño, que reconoce sólo los correos seguros y te desengaña de los que dicen: Hi, I´m Britney... que te hace confiar en lo que ves... y lo que crees. A veces falla, pero es bueno creer siempre que el nuestro funciona a la perfección. Porque nos da una clase de confianza barata tipo norton o mcafee.

Así, bloqueamos miles de veces lo que creemos puede dañarnos. Promociones 2 x 1, nuevos productos, posibles revivals de relaciones viejas, compras con tarjeta, tazas de café, explicaciones...

Un día spamguard olvido bloquear un archivo, lo leíste y pensaste que en el momento era algo gracioso y te gusto tanto que confiaste conmpletamente en él. Durante un largo tiempo creíste que no tenía nada de malo leerlo tan seguido. Que no pasaba nada.

Hoy las cosas son distintas pues ya no llegan correos y tal vez en un tiempo no muy corto el destinatario sea diferente. Y piensas -lo sé- que el virus por el momento desconfiguro muchos de tus archivos y que tal vez perdiste varios que no podrás recuperar otra vez. Tal vez y tal vez y tal vez. Pero aunque todo esto paso la memoria principal y tu sistema operativo siguen funcionando y tarde o temprano volverás a creer que tienes un buen spamguard. Después de todo, lo mejor de todo esto es que las sonrisas que te causo durante todo este tiempo el poder leer esos correos no pueden borrarse de ninguna forma. Y además, si no volvieras a confiar en tu spamguard, ¿quien demonios lo hace?

Sunday, March 05, 2006

HEBILLA

Una hebilla dorada parte en dos tu carne. Partio tu vientre. Brillante es la tira delgada y larga que cercena al momento y de tajo el respirar tranquilo que debieras tener. Es un cinturón Gucci de hace unas temporadas apenas. Sabes combinarlo con un perfecto vestido negro, y tacones altos. Todos ellos bailan en perfecta armonía con un largo bolso tipo cartera y manos perfectas, delgadas con uñas redondas y sanas. No hay maquillaje más que un poco de brillo en los labios, cabello mediano lacio y poca mascara en los ojos. Ningún anillo.

Algo resuena en tu cabeza y no te das cuenta de lo que es. Y te sobran miradas perdidas y sonrisas fingidas que se han vuelto desde hace tiempo tus mejores accesorios. Y los murmullos de los niños y las quejas de las madres son un indescifrable laberinto de palabras y chillidos que no entiendes. Los escuchas a diario y vas a dormir con ellos. Sientes entonces que te asfixias y no te das cuenta de lo que es. Sólo culpas a la hebilla. Y lo único que te abraza por estos días es la correa de tu bolso Dior.

Thursday, March 02, 2006

PLATA

Y la plata escurre. Se suda. Sientes que te llama por en medio de las bolsas Dior y los zapatos Blahnik, por en medio incluso de las lenguas afiladas y las palabras dulces. Las almas gemelas momentáneas y los soñadores incansables no pueden evitar atravesar los cielos grises y robarse las alas de las aves hadas. Y la plata escurre.

Y caminas y las voces suenan como campanadas que celebran, y los trinos de las aves hadas se quedan en la mente de los que no los piensan. Y sabes que la sangre es plata cuando la ves reflejada en una pared. Porque ahí esta, escurriendo, porque baña y porque engendra, porque la plata salió de dos manos. Escurre en una pared.

Y es de noche y hay trinos. Y plata en una pared.

Y es de noche y han noches para dos...


Apto para gangsters y cabellos rojos.

Wednesday, March 01, 2006

POLVO RARO

Son como polvo en los ojos. De ese que hace que te ardan y comiencen a salir las lágrimas.
En eso creo que se convierten todos los murmullos y suspiros de la gente que vive en la ciudad.
Sí. De todas las veces en que te dan ganas de no llegar a trabajar y suspiras. Y cuando volteas por el retrovisor del auto y ves que vas alejandote de tu casa y quisieras quedarte a dormir más tiempo, todo el día pero sin tener que correr después como loco porque tienes mucho que hacer.
De cuando tienes que esperar para que te den una mesa y también cuando caminas y caminas para no encontrar un lugar donde tomar un café. Por el pastel congelado que terminas comiendo cuando esperabas uno de verdad delicioso. Yo no suspiro al menos eso creo.

Pero a veces el aire me llena los ojos de ese polvo raro, y los tengo rojos todo un día. A veces ese polvo se me mete hasta adentro y me saca las lágrimas y aunque nunca de los nuncas puede secarme los ojos, me da miedo que algún día lo haga.

Y que no me de cuenta sino hasta que se caiga uno.