Monday, May 29, 2006
LLUVIA Y CIUDAD
Llegan.
Las luces llegan, se encienden. Las luces.
La gente llega, la gente enciende. Desde las velas en las mesitas de los cafés, los faros en las calles solas, los foquitos en la cabecera de la cama, las lámparas en la mesita de noche.
Se apagan.
Una noche se enciende un automóvil. La carretera es larga, ha llovido todo el día y la ciudad vive una de esas noches en que tiene un buen olor. Huele a lluvia. Huele a lluvia sobre ciudad.
El auto avanza sin destino final, sólo avanza... busca... avanza...
El olor a lluvia despide. Es la despedida más dulce que puede darle a alguien que la ha sufrido tanto. La ciudad entonces parece silenciosa, como escena final de una película las luces parecen alargarse.
Desde un auto y con las manos al volante, en el asiento de un avión, en un asiento de metro, la ciudad despide, la ciudad desprende.
Las luces se encienden, se apagan.
Monday, May 22, 2006
SILLA
Para quien no llega aún.
Para quien le espera.
Hay una silla en alguna de las calles de la una vieja colonia. Nadie se sienta en ella.
Nadie pregunta que hace ahi. Es una silla.
Nadie la usa.
Esperó por mucho tiempo, a la orilla de una ventana con sólo la luz de madrugada como amiga.
Ya no había fiesta ni música. Ya no se escuchaban las risas ni las voces que otrora revolotearan por doquier. Ya no escuchaba el batir de la alas de esa mariposa más rosa que roja que lo besaba de madrugada. Las madrugadas ya no eran para dos. Ya no eran madrugadas.
Esperó por mucho tiempo. Parece que nunca se cansó.
El tiempo se fue comiendo todo lo que un día estuvo alrededor. Se acabaron las mesas y los cuadros. Los vasos y los libros. Desaparecieron los espejos y los ruidos. Todo se mezcló con la piel hecha polvo. Sólo quedó la silla.
Hoy una silla esta ahi, esperando a ser devorada por el sol. Sólo ahi. Haciéndose polvo a cada instante. Evaporándose.
Nadie se sienta en ella. Nadie pregunta por ella.
Es sólo una silla.
Cuando la vi... tampoco me senté en ella.
*Sí desea verla, camine por la Colonia Juárez. Seguro sigue ahi.
Tuesday, May 16, 2006
CAJITA
Camina. Pinta.
Olvidaron que estaba ahi.
Pero los susurros bordados con hilos de sueño salían de esa cajita.
Cajita de sueños.
De esa cajita salían todos los dulces y todos los juegos. Alguien reía adentro y parecía que no quería salir.
Eu tomo esa cajita.
Eu camina por la ciudad llevándola en sus manos. Haciendo que los demás escuchen lo que sale de ella. Eu camina, por encima, por debajo, vuela por la ciudad. La gente no lo escucha.
No ven a Eu.
Eu sigue jugando. Camina con la cajita en sus manos. A veces, la gente piensa que Eu ya no juega, y se equivocan, el juega llevando el sonido, pues así pinta de otro color lo que encuentra a su paso. A veces Eu piensa que no tiene cara, que nadie nunca lo mira. A veces Eu pinta su propio rostro.
Eu mira. La gente no.
Olvidaron que estaba ahi.
Pero los susurros bordados con hilos de sueño salían de esa cajita.
Cajita de sueños.
De esa cajita salían todos los dulces y todos los juegos. Alguien reía adentro y parecía que no quería salir.
Eu tomo esa cajita.
Eu camina por la ciudad llevándola en sus manos. Haciendo que los demás escuchen lo que sale de ella. Eu camina, por encima, por debajo, vuela por la ciudad. La gente no lo escucha.
No ven a Eu.
Eu sigue jugando. Camina con la cajita en sus manos. A veces, la gente piensa que Eu ya no juega, y se equivocan, el juega llevando el sonido, pues así pinta de otro color lo que encuentra a su paso. A veces Eu piensa que no tiene cara, que nadie nunca lo mira. A veces Eu pinta su propio rostro.
Eu mira. La gente no.
Sunday, May 14, 2006
ASTERISMO
Un asterismo es un grupo de estrellas que se ven en una misma región del cielo, parecieran a veces formar una constelación, pero no.
A veces las personas no son estrellas. A veces las ves, piensas que están muy cerca. A veces piensas que estás muy cerca. A veces los pasaportes no significan nada. A veces los consejos fueron insultos. A veces un -te hablo luego- sí sucede, a veces no es cierto todo lo que se dice.
Las letras no alcanzan.
Y luego, un -te hablo luego- de esos que si pasan te cambia la tarde y un mensaje de texto ilumina más que una de esas estrellas. Y la distancia la acorta un aparatito celular y las palabras las suple una entrada al cine. Porque cruzar una ciudad o volar a otra, no cambia en nada las constelaciones en las que estamos. Porque sí, estamos en algunas constelaciones. Pero también a veces somos sólo asterismo.
A veces las personas no son estrellas. A veces las ves, piensas que están muy cerca. A veces piensas que estás muy cerca. A veces los pasaportes no significan nada. A veces los consejos fueron insultos. A veces un -te hablo luego- sí sucede, a veces no es cierto todo lo que se dice.
Las letras no alcanzan.
Y luego, un -te hablo luego- de esos que si pasan te cambia la tarde y un mensaje de texto ilumina más que una de esas estrellas. Y la distancia la acorta un aparatito celular y las palabras las suple una entrada al cine. Porque cruzar una ciudad o volar a otra, no cambia en nada las constelaciones en las que estamos. Porque sí, estamos en algunas constelaciones. Pero también a veces somos sólo asterismo.
Subscribe to:
Posts (Atom)