Par toi, beau Trevor...
Hay dos y luego hay uno.
Dos que se besan en Narciso.
Y danza el agua y hablan, sí, todas las piedras...
Solaz rima, su respiro, y un susurro, su estruendo...
Thursday, November 07, 2013
Thursday, February 28, 2013
INSOLENCIA DE LA LUZ
A María y a Mónica en un día de belleza.
Inicia el día con la casa vacía y la ventana dejando entrar al mundo entero en forma de insolente luz. Nada perdona la claridad. Nada perdona la templanza.
Sé que hoy pasará. Isabel llegará, tras sentarse, dejará las flores a un lado -un fragante bouquet de rosas y astromelias- y abrirá su libro. Jugará, jugará a leer a Proust. Del otro lado en este universo dividido por un traidor ventanal, Eugenia le dirá que sí, que debe entrar ya.
Espero ansioso. La puerta se abre y toda Isabel irrumpe. El tiempo ha urdido una tregua. Sólo esto existe.
Veo lo que dicen. El silencio espía conmigo.
Isabel y su labios fraguan una partida: "Tu cabello es como fuego que se besa con el viento, Eugenia".
Eugenia cierra el gozne sin palabras. Sus dedos sobre el cuello de Isabel dicen "no puedes perder a quienes no existen".
Afuera un cadáver de flores. Adentro, brotes de música y sonrisas.
Inicia el día con la casa vacía y la ventana dejando entrar al mundo entero en forma de insolente luz. Nada perdona la claridad. Nada perdona la templanza.
Sé que hoy pasará. Isabel llegará, tras sentarse, dejará las flores a un lado -un fragante bouquet de rosas y astromelias- y abrirá su libro. Jugará, jugará a leer a Proust. Del otro lado en este universo dividido por un traidor ventanal, Eugenia le dirá que sí, que debe entrar ya.
La vida te susurra al oído cuando quieres ver y te abofetea cuando quieres oír.
Espero ansioso. La puerta se abre y toda Isabel irrumpe. El tiempo ha urdido una tregua. Sólo esto existe.
Veo lo que dicen. El silencio espía conmigo.
Isabel y su labios fraguan una partida: "Tu cabello es como fuego que se besa con el viento, Eugenia".
Eugenia cierra el gozne sin palabras. Sus dedos sobre el cuello de Isabel dicen "no puedes perder a quienes no existen".
Afuera un cadáver de flores. Adentro, brotes de música y sonrisas.
Sunday, September 23, 2012
MURMULLO
A Isadora, hermoso conjuro astral.
Murmullos danzan.
Llegan en forma de polvo.
Surge el tiempo, luego la palabra.
Acontece el hombre: es uno.
Nace el reflejo.
Murmuramos, entonces.
Ubicuo e inmanente es el designio: somos.
Thursday, December 15, 2011
VOLUTAS
Para Alonso Marroquín Ibarra
Leo que no estás.
Que te has ido dicen unos. Que te has adelantado.
Sordo, regreso al día en que me cuentas de un hombre al que llamaron Ricardo Reis. De él, me dices, hay mucho por platicar.
Intransigente el tiempo, nos emociona. Sordo, recuerdo tus palabras como volutas en la ventisca del día. Un día y una página.
A nuestro lado corre el río de la modernidad. Ése que consigo lleva motores y ruidos, ése que trae también diagnósticos y dictámenes.
De nuevo, voy al día en el que me hablas de Pessoa. Tienes tus puntos, miles. Como siempre, te adelantas: tengo mucho por leer, me dices. Hay poesía y hay pan.
Bajo nosotros palpita la prisa. Hay qué hacer, me cuentas.
Leo que no estás. Que te has adelantado. Y sin embargo, ahí está Ricardo Reis y ahí está la prosa y la poesía. Y hay qué hacer te digo, aunque sólo yo me escuche.
Sordo yo, te leo. Sordo tú, sigues letrando.
Estás, porque sólo te has adelantado. Como siempre.
Y te digo que nos queda ser volutas en la ventisca. Ventisca que llamamos vida, dirías.
Leo que no estás.
Que te has ido dicen unos. Que te has adelantado.
Sordo, regreso al día en que me cuentas de un hombre al que llamaron Ricardo Reis. De él, me dices, hay mucho por platicar.
Intransigente el tiempo, nos emociona. Sordo, recuerdo tus palabras como volutas en la ventisca del día. Un día y una página.
A nuestro lado corre el río de la modernidad. Ése que consigo lleva motores y ruidos, ése que trae también diagnósticos y dictámenes.
De nuevo, voy al día en el que me hablas de Pessoa. Tienes tus puntos, miles. Como siempre, te adelantas: tengo mucho por leer, me dices. Hay poesía y hay pan.
Bajo nosotros palpita la prisa. Hay qué hacer, me cuentas.
Leo que no estás. Que te has adelantado. Y sin embargo, ahí está Ricardo Reis y ahí está la prosa y la poesía. Y hay qué hacer te digo, aunque sólo yo me escuche.
Sordo yo, te leo. Sordo tú, sigues letrando.
Estás, porque sólo te has adelantado. Como siempre.
Y te digo que nos queda ser volutas en la ventisca. Ventisca que llamamos vida, dirías.
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Me llamabas Fausto...
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Para leer a Alonso da click aquí
Monday, May 23, 2011
CRÍMENES DE LUZ
Cosa imposible: guardar la luz en cajas para usarla cuando olvidemos pagar el recibo...
Quienes comen letras y no comparten, quienes blindan las bridas del carro de la razón
Los alevosos y los pulcros...
Los que toman la copa sin rozar nunca la mano que entrega,
Quienes tienen a la sed como animal de companía, quienes le acarician, quienes juegan con ella...
Los castos de sonrisa, los de rala emoción...
Tú y yo, por no reconocernos...
El habitante de la primera persona y el guardián de la caja de los plurales
Los que producimos el plástico respirable
Quienes vemos sin ver...
Apátridas
Huecos
Criminales, criminales somos
Quienes comen letras y no comparten, quienes blindan las bridas del carro de la razón
Los alevosos y los pulcros...
Los que toman la copa sin rozar nunca la mano que entrega,
Quienes tienen a la sed como animal de companía, quienes le acarician, quienes juegan con ella...
Los castos de sonrisa, los de rala emoción...
Tú y yo, por no reconocernos...
El habitante de la primera persona y el guardián de la caja de los plurales
Los que producimos el plástico respirable
Quienes vemos sin ver...
Apátridas
Huecos
Criminales, criminales somos
Monday, May 09, 2011
CRÓNICA DE LA CAÍDA DE LOS HOMBRES
"Tal vez sea justo que las palabras no contengan nada, o casi nada" - Valeria Luiselli - 'Los Ingrávidos'
Y un día decidimos llamarlo cedro. Y al otro día, olmo.
Un día sol, al otro: dios.
Y un día y otro día se juntaron y decidimos llamarlo amor.
Y al otro: olvido.
Y un día llamamos destino a ese dios y a ese día, tiempo.
Nos engatusaron las palabras.
Y caímos.
Y un día decidimos llamarlo cedro. Y al otro día, olmo.
Un día sol, al otro: dios.
Y un día y otro día se juntaron y decidimos llamarlo amor.
Y al otro: olvido.
Y un día llamamos destino a ese dios y a ese día, tiempo.
Nos engatusaron las palabras.
Y caímos.
Thursday, April 21, 2011
BULLICIO
Sigamos creando mundos...
Una huella bajo la llanura. Sobre ella, un desierto blanco de celulosa medida en centímetros y procesada con químicos. Un par de manos y una vida en una línea que se dibuja con carbón y se extiende en fotones. LATIDOS. Marchan piernas y dedos jalan gatillos. Parece eterno ese juego al que llaman PODER. Camina una niña en un paraíso blanco: dicta el dibujo de una mujer prohibida, no vista aún, a millones de años luz de ser traducida, interpretada, respirada. Afuera jugamos a creer que hacemos, tejiendo con hilos de sangre la orquestada telaraña de un universo que se enfría poco a poco. ALEGORÍA - POLÍTICA - PALABRA. Sus manos trazan, sin seguir ríos ni explicar orígenes. Nada importa aquí, sus trazos tienen aliento, son juego finito que morirá en manos del tiempo cuando la niña hechicera que los crea, se enamore de éste. HIEROFANTA. Afuera existimos, nos pensamos. Adentro somos. COLAPSO. Sobre el valle, la hoja de celulosa eterniza el momento en el que bailan colosos con delicadas campanas de diáfano cristal y serpientes toman el té en mesas de sueños terrenales. Momento en el que mil olas visten con sus burbujas a ninfas hambrientas de encajes. Para siempre el mundo, para nunca el tiempo. Expansión palpitante. Bulle un cosmos quedamente, bulle, siempre, siempre entre nosotros, el cosmos. Cosmos en el que somos humanos y también polvo de luz.
Una huella bajo la llanura. Sobre ella, un desierto blanco de celulosa medida en centímetros y procesada con químicos. Un par de manos y una vida en una línea que se dibuja con carbón y se extiende en fotones. LATIDOS. Marchan piernas y dedos jalan gatillos. Parece eterno ese juego al que llaman PODER. Camina una niña en un paraíso blanco: dicta el dibujo de una mujer prohibida, no vista aún, a millones de años luz de ser traducida, interpretada, respirada. Afuera jugamos a creer que hacemos, tejiendo con hilos de sangre la orquestada telaraña de un universo que se enfría poco a poco. ALEGORÍA - POLÍTICA - PALABRA. Sus manos trazan, sin seguir ríos ni explicar orígenes. Nada importa aquí, sus trazos tienen aliento, son juego finito que morirá en manos del tiempo cuando la niña hechicera que los crea, se enamore de éste. HIEROFANTA. Afuera existimos, nos pensamos. Adentro somos. COLAPSO. Sobre el valle, la hoja de celulosa eterniza el momento en el que bailan colosos con delicadas campanas de diáfano cristal y serpientes toman el té en mesas de sueños terrenales. Momento en el que mil olas visten con sus burbujas a ninfas hambrientas de encajes. Para siempre el mundo, para nunca el tiempo. Expansión palpitante. Bulle un cosmos quedamente, bulle, siempre, siempre entre nosotros, el cosmos. Cosmos en el que somos humanos y también polvo de luz.
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