ENCANTAMIENTO

Seremos mucho más que dos...


Tomaré hojas de un joven retoño de encino nacido en luna nueva para hacer del encuentro, alegoría inesperada,

Pediré de madrugada, que cante la mandrágora, y junto a ella formaré del barro, elfos ciegos al dolor, para que cuiden tus veladas e iluminen el camino...

Vestido de azul invocaré a los tiempos, a los vientos y a las almas que duermen bajo el agua para que reciban la petición y hagan de ella mensaje para la madre que es tierra y vida...

Imploraré en idiomas improvisados por el compás azucarado que el sol derrama, que entre las copas de nuestro bosque mágico surja un vellocino que nos cubra de la vorágine humana, de las lenguas del pasado y los susurros del futuro,

Ungiré mil toros con la sangre de quienes no se quedaron, para saberlos idos, para entenderlos muertos,

Enjaezaré a las yeguas blancas que dirigirán el carromato sobre el que descansarás hasta llegar hacia mí,

Todo en noche de luna, todo con brillo de aurora...

A tu llegada, danzaré para ti revestido de plumas de halcones de oro, de cenizas del fénix y la piel del toro que enamoró a Pacifae
Cubriré la tierra que tu pie desnudo pisará... todo para que te quedes... para que nunca más quieras irte...

Platicaré a las vírgenes de tu dulzura, les hablaré de los mares que de tus ojos nacen, de las briznas que tus palabras siembran y de las tormentas que el batir de tus dedos desatan... todo para que sean compañeras de tus momentos de ensueño y de tus caídas taciturnas...

Esperaré paciente a que despliegues y hagas de tus pestañas alas, para ser un Ícaro traicionero del designio y protagonizar contigo vuelos inquebrantables...

Con nuestras sospechas y nuestros miedos tejeré una red que ofreceré a las diosas mariposas, para que de ella escapen, mostrando al mundo que nos quedaremos juntos para siempre, enseñando con acciones, que la libertad es verbo...

Así, la tarde de un día coronado por suspiros, desdeñado por los hombres, tomaré tu mano y me sabrás tuyo, haciéndote enteder que la cuenta regresiva ha terminado y que el tiempo ha muerto para nosotros, porque ya nada ni nadie podrá hacer del nunca realidad...

Te amaré y me amarás lejos de todos, ajenos a los mundos cartografiados por nuestra especie, habitando los sinfines y respirando universos...

TREGUA

Nos quedamos sin ojos...

Alguien ha presentado algo a lo que llaman iPad. Un organismo internacional dice que la reconstrucción de una isla entera tomará diez años. En el mundo, muchos siguen discutiendo sobre el matrimonio entre seres a los que dejaron de llamar humanos para convertir en homosexuales. Alguien nace y alguien muere. Entran las olas iridiscentes rompiendo la calma.

Amanece
Sigue la rueca hilando vidas y acordonando tiempos. Las falanges dejaron de ser divinas hace mucho, los dioses tardíos invadieron nuestras vidas enfundados en relucientes gasas y lujosos terciopelos. Son ansiados, son queridos. Tras los vidrios, los respiros danzan haciendo del eco escaparate. Se graban las vidas y se hacen recuentos de los triunfos, mientras la rueca sigue hilando.


Llueve sol
Corremos despavoridos ante el grito seco de un ser a quien nosotros mismos creamos. Desde el otro lado del espejo, este montruo-hombre se queda mirándonos. Marcando un infinito compás, comiendo diatribas, vomitando excusas, sudando impías recriminaciones. Crecen briznas de esperanza sobre su crin. Es un mito mitad bestia, mitad suspiro.

Dormimos
Caen sobre todos nosotros como pesadas losas los restos de un cantico de espuma y nube. Se nos han ido en cosa de un día, en cosa de una vida, los pesares y las virtudes convertidos en torrentes de agua, en ríos que alimentan mares, mares que contienen abismos, abismos que son nuestros miedos. Perdemos los ojos sin siquiera notarlo. Aprendemos sin saberlo, vivimos sin sentirlo. Es de noche y sólo queda dormir.

Mañana será otro día.